Maravillas del Mundo Antiguo XXI: Las pirámides del faraón Esnofru, la búsqueda de la pirámide perfecta.

La pirámide romboidal se alza majestuosa en primer plano y, al fondo, la pirámide roja en la gran llanura de Dashur. 
Hacia el año 2620 a.C. se inició la génesis de las primeras pirámides en el Egipto Antiguo gracias al célebre faraón Djoser, el primero de la III Dinastía, que construyó la primera pirámide escalonada en Saqqara (cerca de Menfis). Considerada la primera pirámide totalmente de piedra de la historia, diseñada por el no menos famoso arquitecto Imhotep. Que proyectó, de forma inédita, un gran complejo o necrópolis real, pasando de las antiguas mastabas funerarias a las pirámides, como colosal morada eterna del faraón. Imhotep da la eternidad de la pierda a la tumba del faraón, que antes eran mastabas de adobe rectangulares y con paredes en talud. Ahora pasa a ser una pirámide pétrea escalonada, compuesta de seis niveles con una altura total de 62 metros. Una gran obra de ingeniería de 544 metros de eje longitudinal orientado de norte a sur, sus seis escalones están relacionados con la ascensión del alma del faraón hacia la eternidad. 

Vista de la Pirámide escalonada de Djoser e Imhotep en Saqqara.
No obstante, la construcción de la pirámide perfecta va a materializarse a inicios de la IV Dinastía gracias al faraón Esnofru, primer faraón de dicha Dinastía, y padre de Keops, al que debemos la gran pirámide de Gizeh, que, curiosamente, no fue el gran constructor de pirámides del Egipto Antiguo. Ese honor recae sobre Esnofru y su búsqueda de la morada piramidal perfecta y eterna hacia el 2550 a.C. Esnofru construyó tres colosales pirámides, la primera en la Necrópolis de Meidum, que en inicio iba a ser de escalonada, como la de Djoser, pero que acabó haciéndola de caras lisas, él perfeccionó y asentó el modelo de complejo funerario por muchos siglos. Según la egiptología Esnofru utilizó para sus tres pirámides un 40% más de piedra caliza que Keops para su gran pirámide. 

Esnofru con la corona blanca del Alto Egipto, faraón dualista. 
La primera pirámide construida por Esnofru fue en la necrópolis de Meidum, a 55 kilómetros al sur de Saqqara, el proyecto inicial partía de una pirámide escalonada de ocho escalones, con una gran torre central de mampostería y paredes en talud con una inclinación de 75º. Sin embargo, Esnofru modificó su plan y cambió la estructura de su pirámide, primero levantó una plataforma de piedra caliza y sobre ella se fueron colgando capas de sillería horizontal de piedra. Finalmente, para obtener la pirámide perfecta de cuatro caras lisas los obreros revistieron la estructura con una capa de fina piedra caliza, quedando su inclinación en 51º. La pirámide de Meidum se alzaba colosal y perfecta con sus 92 metros de altura y 144 metros de base.

Alzado con las tres fases o cambios constructivos de Esnofru en la Pirámide de Meidum.
El nuevo tipo de pirámide creado por Esnofru tiene que ver con la creciente relevancia del dios sol o Re en la religión durante la IV Dinastía. El culto a Re se convirtió en el centro de la ritualidad egipcia, y se inicia la identificación del faraón con Re. De este modo, en la III Dinastía las pirámides eran escaleras hacia el cielo, ahora las pirámides de caras lisas simbolizan la colina primigenia y los rayos del dios Sol que resplandecen sobre la pulida piedra caliza, y hacen que el espíritu del faraón ascienda hasta Re. El eje de la pirámide del faraón dejaba de ser de norte a sur y pasaba a ser de este a oeste para unir simbólicamente el alma del rey con el recorrido diario del sol, desde que salía, como el escarabajo sagrado Khepri, hasta que se podía como Atum, el carnero. 

Vista actual de la Piramide de Medium con sus escalones, antes bajo sillería caliza.
La perfección de sus caras hacía que la nueva pirámide también fuera símbolo del poder absoluto del faraón, como hijo de Re (Didufri, nieto de Esnofru fue el primer que se autodenominó hijo de Re) y su dominio territorial, ya que podían verse brillar desde kilómetros de distancia. Esnofru canonizó el nuevo modelo de monumento funerario del Antiguo Egipto con su pirámide de Meidum, donde también fueron enterrados algunos de sus hijos. Ya que incluía otros elementos, que desde Esnofru se van a incluir en todos las pirámides funerarias, como: un templo funerario cercano al río y adosado a la cara sur de la pirámide, y una pirámide menor o auxiliar, unida por una rampa. La entrada a la pirámide era por la cara norte, a unos 12 metros de altura, y tras un largo corredor de 60 metros de longitud se llegaba a la cámara del faraón construida por la milenaria técnica de aproximación de hiladas. En la actualidad, podemos ver la pirámide de Meidum con algunos de sus niveles escalonados, las hiladas de sillería caliza se han derrumbado.

Vista actual de la brillante Pirámide Romboidal en Dashur.
La segunda pirámide fue construida por Esnofru a 45 kilómetros al norte de Meidum, en la necrópolis de Dashur, cerca de la antigua Menfis, a 40 kilómetros al sur del Cairo. Es conocida como la Pirámide Romboidal por su forma acodada, ya que, de nuevo, Esnofru mientras se construía introdujo modificaciones en su pendiente, por motivos rituales o por problemas estructurales. El caso es que tomó su forma acodada al reducir la pendiente de sus caras lisas de 60º a 45º, a partir de los 47 metros de altura añadió una capa de bloques inclinados a 6º, dándole ese aspecto romboidal tan peculiar. Para algunos ese cambio en la pendiente simboliza la union del Alto y el Bajo Egipto. Es un coloso cuasi perfecto de 105 metros de altura y 188 metros de base, que se alza majestuosa en la llanura desértica de Dashur contrastando con el cercano verdor del Nilo. 

Imagen del proyecto Scans Pyramids con el interior de la pirámide acodada y sus dos cámaras funerarias, una encima de otra. 
La gran pirámide romboidal se reconoce por tener intactas sus capas de piedras, se cuenta que hacía honor a su nombre “Esnofru resplandece al sur” brillando al Sol. Y es singular por su doble entrada, al añadirle otra entrada en el lado oeste oculta tras el revestimiento de caliza. Ambas, a 12 y 33 metros de altura, cuentan con sus dos corredores de 80 y 65 metros de longitud, que desembocan en dos cameras funerarias de falsas bóvedas de aproximación de hiladas de unos 17 metros de altura. Además cuenta con su pirámide satélite al sur de 55 metros de alto, que servía para el culto del aliento vital del faraón o Ka

Investigadores colocando las placas sensibles de Muones en el interior de la Pirámide Romboidal.

Vista en 3D de una de las cámaras funerarias de la pirámide acodada de Esnofru.
Curiosamente, un estudio actual, de mayo de 2016, del proyecto internacional Scan Pyramids ha podido revelar, por primera vez, la estructura interna de la pirámide acodada con un análisis de muones, una partícula elemental, que permite hacer estudio tomográficos. Los muones son partículas ínfimas procedentes del espacio exterior que llegan a la superficie terrestre a través de los rayos cósmicos y que pueden penetrar materiales sólidos como las rocas o los bloques de piedra caliza. Una  técnica no invasiva que les ha permitido revelar, totalmente, su estructura interna, mostrando con detalle su interior, con sus dos entradas y cámaras funerarias. El proyecto pretende hacer lo mismo con la Pirámide Roja y en las pirámides de Keops y Kefrén, en sus propias palabras “con el fin de intentar detectar estructuras internas desconocidas en monumentos antiguos”, estaremos pendientes de sus resultados. 

Vista actual de la Pirámide Roja de Esnofru.
Esnofru construyó una tercera pirámide a dos kilómetros al norte de la pirámide romboidal en la llanura de Dashur, la denominada Pirámide Roja, con sus perfectas caras lisas de caliza, es considerada la primera y verdadera pirámide perfecta del Egipto Antiguo. Su perfección le hace tener menor inclinación en sus caras, unos 45º y, por lo tanto, es menos alta, aunque llegó a los 105 metros de altura. Sin embargo, es la segunda mayor pirámide en base con 220 metros, a sólo 10 metros de la base de la Gran Pirámide de su hijo Keops. Su entrada estaba en la cara norte, como siempre a una gran altura, en este caso a 28 metros, accediendo al típico corredor descendiente de 63 metros, que conduce a dos cámaras funerarias de falsa bóveda, una de ellas reservada para el cuerpo del faraón Esnofru, el gran constructor de la IV Dinastía. 

Interior de la Pirámide Roja, vemos una de las cámaras funerarias con la técnica de falsa cúpula de aproximación de hiladas. 
Recientes investigaciones del astrofísico J.A. Belmont y el arquitecto G. Magli esgrimen la hipótesis, muy plausible, de que las dos pirámides de Esnofru formaban parte de un mismo proyecto constructivo. La pirámide romboidal y la roja orientadas con precisión al norte, con sus templos y pirámides auxiliares, simbolizarían la unión de las coronas blanca y roja del Alto y Bajo Egipto, bajo el poder de un mismo rey dualista, Esnofru. Hay que decir que otros faraones y sus esposas fueron enterrados en Dashur, concretamente de la Dinastía XII, como la pirámide negra de Amenemhat II, así como muchos visires y altos funcionarios. Esnofru fue el primigenio gran constructor de pirámides de la IV Dinastía, y asentó el modelo de pirámide de caras lisas con su pirámide roja en Dashur. Ese modelo llegó a su cenit con su hijo Keops y su nieto Kefren, que erigieron las grandes pirámides en la necrópolis de Gizeh, de 147 y 143 metros de altura respectivamente.

Restos de revestimiento calizo de la pirámide roja.
Esnofru fue el primer faraón que vinculó su poder al Dios Sol o Re, tal fue su dominio, que incluso creó una ciudad en Dashur, la denominada Djed EsnofruEsnofru es estable”, una ciudad anexa al Nilo, para los sacerdotes que se ocupaban del culto real y sus familias. Y, recientemente, se ha descubierto que construyó otra pirámide, a inicios de su reinado, antes que la de Meidum, la llamada Pirámide de Seila, levantada por Esnofru en el oasis de El Fayum, a 10 kilómetros del Meidum. Pequeña pirámide escalonada de 4 niveles de la que, actualmente, sólo se conservan algunas hiladas de piedra, y que parece ser que no era cultual, al no tener tener cámaras internas funerarias, debía ser un hito territorial. En definitiva, las pirámides de Esnofru y su búsqueda de la perfección son una expresión del poder y dominio territorial del rey, del primer gran faraón del Egipto Antiguo. Un pionero innovador, que creó el modelo de pirámide y/o complejo funerario real, que fue continuado por sus descendientes de la IV Dinastía.

Las famosas y soberbias Pirámides de Gizeh inspiradas en el modelo creado por Esnofru. 
Bibliografía: 
P. González Miguel. Maravillas del mundo antiguo V: La pirámide de Saqqara. Mundo de Babel, septiembre 2011. 
M. Lehner. Todo sobre las Pirámides. Destino, Barcelona. 2003. 
J. M. Parra. Historia de las Pirámides de Egipto. Universidad Complutense. 2009. 
J. Lull. Esnofru, el gran constructor de pirámides. Historia de National Geographic nº 142, 2015. 

Fotografías:
Wikipedia y National Geographic.

Enlaces Web: 

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