Pasajes de la Historia XVII: Las Guerras Médicas.

La Acrópolis, destruida por los persas en la II Guerra Médica.
Las polis o ciudades-estado griegas se enfrentaron al descomunal imperio persa en las llamadas Guerras Médicas, y gracias a su audacia y la solidaridad ciudadana, que se desprende del llamado panhelenismo, logran salir victoriosas. La Primera Guerra Médica (499-490 a. C.) es provocada por la fuerte represión de la rebelión de las ciudades jonias contra el invasor persa. Una revuelta anti-persa apoyada por Atenas y Eritrea, sin embargo, las ciudades jonias son aplastadas, los persas destruyen Mileto en el 494 a. C. Así llegamos al 492 a. C. año en el Dario, el gran rey persa, envía una expedición de castigo contra Atenas y Eritrea, los persas someten a toda Tracia, Macedonia y Eritrea. De manera que, en el 490 a. C., antes de la célebre batalla de Maratón, el invasor persa había sometido gran parte de Grecia. Pero la I Guerra Médica va a quedar resuelta en una única batalla que se va librar en el famoso llano de Maratón. Donde habían desembarcado los persas siguiendo el consejo de Hipias, tirano expulsado de Atenas, para avanzar hacia la polis ateniense. Pero el imponente ejército y caballería persa se va encontrar a nueve mil hoplitas atenienses y un millar de sus aliados los plateos, ya que la prometida ayuda espartana no llegó nunca.

Movimiento griego en Maratón.
Los persas doblaban en número a los griegos, pero estaban en una posición de desventaja al estar en un lugar de menor altura y de difícil maniobra. Una posición de enfrentamiento frontal que se mantuvo ocho días, hasta que los persas deciden trasladar su caballería al puerto de Falero, y desde ahí atacar Atenas. Ese momento es advertido por inteligencia por el gran estratega ateniense Milciades, que lanza con celeridad a los griegos contra los persas. Una pesada y poderosa falange griega va a hacer mucho daño a los persas, que no tienen más remedio que huir a sus naves. Murieron más de seis mil persas por tan solo doscientos hoplitas griegos. Unos griegos que marchan con rapidez para defender Atenas, y al día siguiente están el puerto de Falero en donde estaba desembarcando la caballería griega. Pero para entonces los muros de Atenas estaban defendidos por los hoplitas y por los tardíos espartanos, ante tal defensa los persas no tienen más que retroceder y retirarse.

Friso con arqueros persas, palacio de Darío I en Susa.
La I Guerra Médica queda finiquitada en una única y formidable batalla, y con la victoria de los griegos tras una furiosa embestida que acabó con el temible ejército persa. Esa gran victoria de los hoplitas atenienses inspiro el sentimiento de orgullo y grandeza de Atenas, la victoria se convirtió en símbolo de la Democracia, y fue utilizada con propaganda por Atenas. Habían vencido los defensores de la libertad, auténticos héroes cívicos y adalides de la Democracia. Maratón es todo un símbolo. ya que su resonancia simbólica fue enorme, y además manifestó que Persia no era imbatible y Atenas queda reforzada con la gran Polis griega.

Darío I.
La Segunda Guerra Médica (480-479 a. C.) se inicia cuando el nuevo gran rey de los persas, Jerjes, que había sustituido a su padre Darío, emprende una brutal expedición de conquista contra Grecia, para vengar la derrota de su padre. Sólo diez años después de Maratón, Grecia estaba de nuevo amenazada, una Grecia en la que Atenas había consolidado su régimen democrático y, gracias a su posición preeminente y riquezas, había construido una gran y potente flota. Pero el enemigo era imponente con un contingente de más de tres mil hombres y una inmensa flota. Las polis griegas debían unirse contra los persas y se reúnen en Corinto para crear una alianza defensiva liderada por Atenas y Esparta. Sin embargo, muchas Polis se someten a los Persas, que además contaban con su alianza con los macedonios. De esta manera, en el 480 a. C. Jerjes invade Grecia tras cruzar el Helesponto (el estrecho de los Dardanelos), y hasta el Oráculo de Delfos se decantó por los persas, parecía que no había esperanza.

Leónidas en las Termópilas, por Jacques Louis David.
No obstante, los persas debían pasar por el célebre paso de las Termópilas, donde se van a encontrar la primera y heroica línea defensiva griega. Las Termópilas era un angosto desfiladero cuyo paso era obligado para ir del norte al centro de Grecia, donde 300 espartanos al mano de su rey, Leónidas, esperaban a los Persas. Al mismo tiempo, en el no menos angosto estrecho de Euripo la flota ateniense luchaba contra la persa. El 28 de agosto del 480 a. C. tuvo lugar el mítico combate en las Termópilas, los espartanos (ayudados por los beocios) lucharon hasta el extremo de sus fuerzas, y una a una lograron contener las acometidas persas. Pero un traidor indicó a los persas un pequeño paso de las montañas, por el que accedían directamente a la retaguardia espartana, y los persas atacaron por ambos frentes. Todo estaba perdido, empero, los feroces espartanos resistieron hasta la muerte en una recordada y gloriosa batalla, hasta que cayeron bajo una densa lluvia de flechas persas. Ese sacrificio espartano permite a los griegos preparar la defensa de Grecia en Salamina.

Situación de las Termópilas y los avances persas y griegos.
Jerjes, victorioso en las Termópilas, avanzaba de forma que parecía incontenible, de modo que, siguiendo el consejo de Temístocles los atenienses abandonan Atenas y refugian con su flota en la isla de Salamina. Jerjes saqueó y destruyó Atenas y se lanzó contra la flota griega de Salamina. Pero Jerjes no contaba con la habilidad estratégica de Temístocles, que con un sutil ardid atrae a los persas hasta sus angostos estrechos, donde los griegos jugaban con enorme ventaja. El desastre persa fue tremendo y el gran Jerjes se vio obligado a retirarse. Los persas de Jerjes comandados por el sátrapa Mardonio aún permanecían en el Ática, y se creo un gran pacto de atenienses y espartanos que se van a enfrentar a los persas en la batalla de la llanura Platea en el 479 a. C.. Los griegos contaban con un contingente tremendo e inédito en la Grecia Clásica, unos 50.000 hoplitas, que embisten a las gran ejército persa, que aún era más numeroso. La de Platea fue una gran batalla en la se impuso el tremendo empuje de los griegos liderados por el espartano Pausanias, los persas quedan arrasados. Y una vez, que los griegos liberaron la zona jonia de Mileto y el Helesponto, Grecia se vio liberada totalmente de la amenaza persa, fue la gran victoria de las virtuosas Polis griegas frente al bárbaro invasor persa.

Temístocles.
La consecuencia fundamental de las Guerras Médicas fue que el prestigio obtenido por Atenas la convierte en la Polis hegemónica de Grecia y el Egeo, mientras Esparta se centra, en principio, en su Laconia. Un ejemplo destacado fue la construcción del Partenón en la reconstrucción de la Acrópolis, como gran elemento de propaganda de la gran victoria ateniense. Gracias a sus éxitos Atenas encabezará la recién creada Liga de Delos, confederación de Polis griegas para proteger a Grecia de la barbarie persa, a la que unen las Polis jonias, ya que la amenaza persa continúa en el año 467 a. C. Año en el que la Liga de Delos, con Atenas y la estrategia de Temístocles al frente, consigue la gran victoria naval de Eurimedonte contra la recompuesta flota persa, es lo que se llama la Tercera Guerra Médica. Que respondía a la nueva estrategia de Atenas, que ahora atacaba para demostrar su poderío naval y hegemonía. Toda acompañado de una gran propaganda en la que se exaltaba la grandeza y gloria de los vencedores frente los bárbaros derrotados. La victoria de Grecia en las Guerras Médicas contribuyó a crear la cuasi mítica imagen del bárbaro y despótico mundo oriental frente la razón y la democracia de Grecia, en parte real, pero muy incrementada. Esa contraposición entre Oriente y Occidente surge aquí y va tergiversándose con el tiempo. Según el helenista Hermann Bengtson Occidente le debe a las grandes victorias griegas en Salamina y Platea el nacimiento de Europa “... como idea y como realidad”.

Hoplita Ateniense.
Además esa hegemonía de Atenas va a desatar una gran rivalidad con Esparta, que crece tras la creación de la Liga del Peloponeso. La tensión entre ambas Ligas va a desembocar en la Guerra del Peloponeso (430-404 a. C.), que concluye con la derrota de Atenas y la perdida de su flota e imperio marítimo, pero eso es motivo para otro pasaje de la Historia. Nos quedamos con la decadencia de Atenas y la nueva hegemonía de Esparta, y que desde entonces las luchas y rencillas entre las Polis griegas serán contantes, se olvidan de esa solidaridad que les hizo triunfar en Maratón, demostrando una vez más que los pueblos y sociedades no tienen memoria. Esas divergencias y, por tanto, debilidad de los griegos hace que la sombra persa renazca y se mantenga en el Egeo hasta la llegada del poderoso y gran Alejandro Magno.

El Partenón, levantado para glorificar la victoria sobre los persas.
Bibliografía: 
F. J. Gómez Espelosín. Historia de la Grecia Antigua. Akal, Madrid, 2001.
H. Bengtson. Historia de Grecia. Gredos, 2008.

Comentarios

  1. Hola, Pedro: Acabo de leer todo el post, y creo que no leia un texto similar desde los libros de texto del instituto, que ya me queda un poco lejos; y eso que me gusta la historía; pero las guerras se me atravesaban y las confundía siempre. Curiosamente, tengo un libro, sobre la Guerra del Peloponeso, que me regalaron y me da pereza leer, así que me espero a que tú la comentes, que seguro me resultará mas ameno.
    Un saludo!

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    1. Muchas Gracias Selegna, no sabes cuanto se agradecen tus palabras. Estoy contigo las guerras son complicadas, complejas y normalmente son bastante áridas de explicar y entender. En la Historia Antigua es más sencillo, ya que no hay tanta información y opiniones ideológicas tan extremas y diferentes como en las guerras contemporáneas, que a mi personalmente se me atraviesan como dices. Las guerras del Peloponeso serán tratadas en otro pasaje de la Historia sin duda, cuanta con ello. De nuevo gracias y otro cordial saludo.

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