Pasajes de la Historia VII. La Batalla de Hastings. 14 de octubre de 1066.


Guillermo "el Conquistador".

Una épica batalla que supone el fin de la dinastía anglosajona pasando Inglaterra a manos de los Normandos, con la gran victoria de Guillermo "el Conquistador". Una Inglaterra que tras ser invadida por romanos, sajones y vikingos estaba estructurada en un mosaico de ducados y condados bajo el poder de una monarquía. Nos encontramos en tiempos del rey Eduardo “el Confesor”, llamado así por haber iniciado la construcción de la abadía de Westminster en 1050, una abadía que fue consagrada en 1065. Un año antes de la muerte de Eduardo, que al morir entrega el trono a la figura más poderosa de su gobierno el conde de Wessex, Haroldo. Una coronación que enojó a Guillermo de Normandía, que junto a Harald de Noruega, pretendía el trono inglés. Un Guillermo que según el tapiz de Bayeux habría apresado en 1064 a Haroldo, que fue instado a jurar su apoyo a Guillermo tras la muerte de Eduardo el Confesor, en virtud de ese juramento la coronación de Haroldo II era un sacrilegio. Además el reinado de Haroldo se había iniciado con un mal presagio, el paso por Inglaterra de una peculiar estrella el día de su coronación, que no era otra que el cometa Halley, un hecho que para muchos fue un augurio de la posterior victoria de Guillermo.


Eduardo "el Confesor" y Haroldo II, últimos reyes anglosajones de Inglaterra
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De manera que Guillermo se preparó para la invasión de Inglaterra, una invasión adornada con toques de cruzada gracias al apoyo del papa Alejandro II. Pero, en primer lugar, debía conseguir el beneplácito de la nobleza normanda, ya que Guillermo debía reunir una gran cantidad de barcos, entre quinientas y ochocientos navíos. En los que viajaron más de tres mil caballeros, arqueros… en definitiva, unos ocho mil combatientes a las ordenes de Guillermo. Una gran armada que cruzó el Canal de la Mancha en septiembre de 1066, desembarcando en la bahía de Pembesey, desde donde inician su marcha hacia Hastings. Mientras, Haroldo se vio sorprendido por la rápida llegada de los normados, sobre todo después de repeler el ataque del rey noruego Harald, pero tras una larga marcha logra también llegar a Hastings en la noche del 13 de octubre de 1066, la batalla estaba servida. El plan inicial de Haroldo, un ataque sorpresivo en la madrugada del 14 de octubre, fue trastocado por Guillermo y sus espías, por lo que los normados se mueven forzando a los anglosajones a una batalla defensiva y equilibrada. Ya que a pesar de que le bando anglosajón era inferior en caballeros y arqueros, esto se compensaba con la famosa hacha de combate danesa. Y la batalla se inició en la mañana del 14 de octubre, los anglosajones tenían una privilegiada posición, al comienzo de la batalla, en lo alto de una colina desde donde veían los avances de los normandos hasta formar a los pies de un risco.




Los Barcos y la caballería normanda representados en el tapiz de Bayeux.

El ataque lo inician los arqueros normandos situados en primera línea de batalla, mientras los ingleses se defienden con sus escudos. Posteriormente, entra en acción la infantería normanda, que fue rechazada por los anglosajones. E incluso corre el rumor de que Guillermo había caído, pero el duque de Normandía cabalgó y arengó a sus tropas. Además el ataque fiero de los anglosajones les hace perder su inmejorable posición inicial, al avanzar colina abajo. Momento en que entra en acción la caballería normanda, que fue de nuevo repelida por las tropas de Haroldo. Un ejército anglosajón que había conseguido rechazar todos los ataques escalonados normandos, aunque sus bajas empezaban a ser considerables. En esas Guillermo dio un último y definitivo ataque en el que combinaba su infantería, sus arqueros y caballeros rompiendo en flanco anglosajón, además de dar muerte al rey Haroldo, con lo que los normandos de Guillermo logran una victoria definitiva. Un Guillermo de Normandía que pasará a la historia como Guillermo "el Conquistador", una vez que es coronado como rey de Inglaterra en la navidad de 1066, una coronación celebrada en la Abadía de Westminster de Eduardo "el Confesor". En definitiva, el cambio de dinastía supone el establecimiento en Inglaterra de uno de los modelos feudales más característicos y sólidos de Occidente.

La Abadía de Westminster, consagrada en la Navidad de 1065.

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