Grandes Discos del Metal: Dream Theater, Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory.


Con los años Dream Theater se ha convertido en mi grupo musical predilecto, tanto en estudio, como en directo, cada nueva entrega discográfica es una exhibición musical sin parangón a nivel mundial. Su extraordinaria técnica y talento al servicio de canciones llenas de emoción, los han convertido en los reyes del progresivo, y posiblemente en el mejor grupo del mundo. Su historia está ligada a una de las más prestigiosas escuelas de música de los Estados Unidos, la escuela de Berklee, en Boston (de donde salió también Steve Vai), en donde estudiaron Mike Portnoy (bateria), John Petrucci (guitarra) y John Myung (bajo), allí se conocieron y decidieron formar Dream Theater. Tres grandes talentos musicales que van a mostrar su gran variedad de registros e estilos, los cuales ejecutaran con una solvencia y comodidad pasmosas. Desde pasajes sinfónicos, a otros totalmente thrash, pasando por otros puramente progresivos, combinados con unos estribillos muy melódicos y pegadizos, siempre a la vanguardia de la música mundial.


Tras su inicial When Dream and Day Unite, con Charlie Dominici como vocalista, la progresión del grupo parece no tener fin. Ya en su segundo disco, Images & Words, crean una verdadera obra maestra, entrando James Labrie como vocalista. Los años van a transcurrir y Dream Theater no paran de crecer con cada lanzamiento que ponen en circulación (Awake, A Change of Seasons, Falling Into Infinity), aunque sin superar Images & Words. Así llegamos a 1999 con el lanzamiento de Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory, la obra cumbre del grupo, y por tanto del metal-rock progresivo. Por entonces ya estaba en la banda Jordan Rudess, que sustituía a los talentosos Kevin Moore y Derek Sherinian, aportando su gran personalidad como teclista. Con Metropolis Pt. 2 Dream Theater alcanzan su cenit musical, no obstante hay que señalar que han seguido sacando verdaderas obras maestras, como Train Of Thought, Octavarium o el más reciente Systematic Chaos, verdaderos discazos en los que han sabido evolucionar hasta alcanzar una madurez musical excepcional, explorando su vertiente más cañera y moderna, o la más sinfónica y progresiva. Pero quizás no lleguen al nivel de belleza y totalidad que representa Metropolis Pt. 2.


Metropolis Pt. 2: Scenes from a Memory, es un álbum conceptual que cuenta la inusual historia de un chico, Nicholas, y de su conexión mental con una mujer, Victoria Page, que fue asesinada en 1928. Es una continuación del tema Metropolis Pt. 1: The Miracle and the Sleeper del Images & Words. Nicholas se somete a sesiones de hipnosis, y en una constante ensoñación conecta con Victoria, para descubrir la verdad en torno a su asesinato. Hasta descubrir que fue asesinada por el Senador Edwrad Baynes, que está reencarnado en el hipnotizador que está sometiendo a las sesiones de hipnosis a Nicholas. Una extraña historia magníficamente enlazada con la música, que lo convierten en un disco para escuchar en su totalidad, y disfrutar de su virtuosismo mágico. La complejidad y belleza de letras y música rayan lo sublime, y como oyentes nos embarcamos en un viaje musical, que nos hace evadirnos de la realidad. Musicalmente a pesar de su complejidad todo suena muy natural y compacto, es una perfecta amalgama de estilos, con el progresivo como base fundamental, desarrollan pasajes de puro rock sinfónico, momentos para la fusión con el jazz, con muchas variaciones en las melodías, extrañezas y momentos de un lirismo excepcional. Dureza, suavidad y virtuosismo todo en su justa medida, combinado de forma magistral en un cóctel explosivo, sólo apto para paladares musicalmente refinados.

Escena 2: Overture 1928-Strange Deja Vu


Metropolis Pt. 2 está dividido en dos actos, con un total de nueve escenas:

Acto I:
Escena primera: Regression, el comienzo de la sesión de hipnosis, suena un reloj de fondo para la voz del hipnotizador, que sirve de introducción al disco. Acústica y muy melódica, el inicio de la historia de Nicholas no puede ser más relajado y evocador.
Escena segunda: I. Overture 1928 es la excitante y progresiva entrada instrumental, en la que los cuatro instrumentistas muestran su potencial, para II. Strange Deja Vu primer tema verdadero del disco, dentro de la globalidad de la obra es de los que se pueden escuchar por separado, por su melódico estribillo y duración, musicalmente es muy progresiva, con una parte central más endurecida donde el batería es protagonista absoluto. Belleza progresiva en estado puro.
Escena tercera: I. Through my Words, es la intro sentimental e hipnótica para II. Fatal Tragedy, una verdadera maravilla de canción, con cambios de ritmo constantes, de nuevo un estribillo excelente y muy reconocible (no siempre presentes en algunos grupos de progresivo). La destreza instrumental es sublime, bajo-batería en perfecta conexión y el protagonismo para la guitarra de Petrucci y el teclado de Jordan con unos solos sencillamente insuperables, en un duelo instrumental que consigue emocionar.
Escena cuarta: Beyond This Life, de nuevo un temazo mucho más cañero y acelerado, metal progresivo en su máxima expresión. La voz de Labrie toma matices distintos, más nasales, nunca ha sido mi cantante favorito, pero en este disco está genial. La instrumentación perfecta, con mucha fusión de estilos, de lo más relajado a partes de verdadero thrash metal (siempre han alabado a Metallica), batería y bajista lucen su habilidad, y tanto el solo de teclado como el guitarra son puro virtuosismo.
Escena quinta: Through Her Eyes, es una balada excepcional, en la que colabora la cantante de gospel Theresa Thomason, está construida desde la sublime guitarra de Petrucci (muy Satriani en este caso). La belleza es abrumadora y el protagonismo para el cantante y el guitarrista en su mejor versión.

Acto II:
Escena seis: Home, se inicia con un arábico y enigmático teclado, para llegar a un cambio de ritmo perfecto donde batería y guitarras, muy endurecidas, nos hacen disfrutar. Una vez más un estribillo sublime, la batuta la lleva Portnoy, que nos introduce en un mundo progresivo de constantes subidas y bajadas. Desde partes sumamente sinfónicas y orientales pasando por momentos de puro metal. De nuevo un excelente duelo de solos, que no puede igualar ningún otro grupo a nivel mundial.
Escena siete: I. The Dance Of Eternity, tema instrumental lleno de genialidad y virtuosismo, donde Jordan luce todas sus virtudes como instrumentista, al igual que el resto del grupo. Gran complejidad y extrañeza tanto en el bajo como en teclado, persistentes cambios, momentos de puro jazz y de verdadero progresivo. Uno de los mejores temas instrumentales de Dream Theater. II. One Last Time, es un tema relajado acompasado con un piano muy clásico, y una base instrumental sobrehumana. La voz de Labrie lo inunda toda, con diferentes registros para caracterizar el personaje de Victoria.
Escena ocho: The Spirit Carrie On, una de las mejores baladas de Dream Theater, la voz de Labrie se une a un coro gospel, lo que nos deleita de forma insuperable. El estribillo es de gran belleza y está muy relacionado con las letras, ya que el alma de Victoria continuará existiendo más allá de su vida. Musicalmente destaca el magnífico solo de Petrucci.
Escena nueve: Finally Free, supone el final de la historia y es de una teatralidad fuera de lo normal. Puramente progresiva, relajada, melódica, metal fusión. Tras ella, como el protagonista, Nicholas, abrimos los ojos para volver a la realidad. Siendo conscientes de la obra de arte musical que acabamos de escuchar, y que por algo más de una hora ha conseguido que nos evadamos del mundo real.

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