Unisonic - Unisonic.
Unisonic supone el regreso de Michael Kiske, una de las voces más tremendas del rock duro, a un grupo de verdad tras nada más y nada menos que dieciséis años. A lo que se añade la presencia de su antiguo compañero en la época dorada de Helloween, el guitarrista Kai Hansen, que por fin deja de cantar y se dedica a lo que sabe hacer, que es componer y tocar la guitarra. No estoy diciendo que no guste Gamma Ray, todo lo contrario, pero creo hubiera sido un grupo mucho más grande con un cantante como Kiske. Este esperanzador grupo se completa con Kosta Zafiriou a la batería, el omnipresente productor y bajista Dennis Ward (ambos de Pink Cream 69) y el notable guitarrista Mandy Meyer (ex-Gotthard), y como es lógico todos contribuyen en el excelente sonido de Unisonic. En primer lugar, para los que esperaban una especie de Kepeer III, que la verdad no se como el posible que andemos así en el año 2012, no estamos ante un disco de power alemán. Un hecho que, desde mi punto de vista, es totalmente de agradecer, Unisonic es heavy/hard rock de gran clase y elegancia.
También está bastante alejado del AOR de otro proyecto anterior de Kiske llamado Place Vendome, a pesar de que muchos se empeñen en ver parecidos. Unisonic es rock duro que mezcla todas las influencias de los grandes músicos y compositores que lo forman, nada de ritmos machacones y dobles bombos, es todo buen gusto y calidad. Además el sonido, de la mano del gran ingeniero Dennis, es espectacular, impoluto y limpio, todo está perfectamente compensado. Quien quiera volver a escuchar a los Helloween de los Keeper que, sencillamente, los desempolve y los vuelva a poner en su equipo musical. Unisonic es un nuevo grupo, que esperemos que prospere ya que puede dar muchas alegrías, en forma de grandes discos y conciertos, a los fans del heavy lleno de clase y variedad.
El disco se abre con el single ya conocido, el homónimo Unisonic, quizás la canción más netamente metal del disco, con ese aire a Judas que Hansen no puede evitar en sus composiciones, pero con la voz de Kiske todo es diferente. Es un verdadero himno con un gran estribillo y volver a escuchar a Kiske en estas tesituras es un verdadero lujo. Una de mis favoritas es la también ya conocida Soul Alive (que habíamos escuchado en versión demo) ahora totalmente mejorada con unas melodías de guitarras dobladas muy power, es una excepción dentro del disco, con un memorable estribillo, y, curiosamente, la canción está compuesta por Mandy Mayer y no por Hansen. Never Too Late es un tema puro hard rock, y extrañamente está compuesto Hansen, guitarras sencillas y un gran estribillo, trasmite un buen rollo y un dinamismo tremendo, una canción hecha para disfrutar de la voz de Kiske. I’ve Tried es diferente y rockero, está compuesto por Dennis, y parte de una sencilla estructura marcada por un gran sonido de bajo y batería, pero nada tiene que ver con Pink Cream 69, es muy americana y original, con aires a Bon Jovi o Van Halen, en serio.
Star Rider es tremenda y elaborada, es otra composición de Dennis, que bien podía haber sido de Hansen, en la que Kiske se luce. Esto todo elegancia y posee un espléndido estribillo que me recuerda a los mejores momentos del duo Kiske-Hansen, metal melódico en su máxima expresión. Otra de mis favoritas es Never Change Me, muy reconocible y accesible, también muy hard rock americano. El estribillo es para enmarcar y el sonido de bajo y guitarras es tremendo, también muy happy, nos alegra el día y nos hace disfrutar. Aún no me creo que se un tema de Hansen, me alegro que sepa componer sin su constante aire a Judas. La primera parte del disco la cierra Over The Rainbow, una balada que Hansen ha estructurada para hacernos disfrutar de la voz de Kiske, que lo tiene todo fuerza, melodía y sentimiento, verdaderamente sublime, llena de cambios y con un sonido impoluto y espectacular.
Continuamos con Renegade, un gran medio tiempo lleno de elegancia compuesto por Dennis Ward, otro tema sencillo y efectivo, con mucha épica en el estribillo, que va ganado enormemente con las escuchas. My Sanctuary, es otra de las que ya conocíamos, y es sensacional, puro heavy entretenimiento lleno de dinamismo, con un estribillo absolutamente coreable, ideal para el directo, salido del genio del duo Ward/Hansen. Muy emotiva e intensa es King For A Day, compuesta por Hansen, posee un gran sonido de guitarra y batería, y otro estribillo ideal para la voz de Kiske, junto con unos grandes coros, que recuerdan a Gamma Ray, y un gran solo central. Otra de las destacadas es We Rise, en la que Kiske se muestra pletórico en un estribillo que se nos graba a fuego, todo un himno de Kiske/Hansen pero más pausado, esto no es Helloween es Unisonic, y aquí la pausa la pone Ward, pero es igualmente sensacional, como se puede ver en el tremendo solo central. El disco se cierra con No One Ever Sees Me, una preciosa balada acústica compuesta por Kiske, su única composición del disco. El tema está lleno de belleza melódica, grandes guitarras acústicas, teclados y una estelar interpretación vocal, que pone el broche de oro al disco. Un disco compacto, variado, con un sonido y producción espectacular, para disfrutar y recuperar para la causa del rock duro al excelso Michael Kiske. Si os despojáis de estereotipos y absurdas comparaciones con el pasado lograréis disfrutar con el gran trabajo de Unisonic.
Nota: 8,5/Notable Alto.
Desconocía este proyecto de Kiske y Hansen, pero me pongo a ello de inmediato. Tiene una pinta tremenda. Gracias por la recomendación. Ya te contaré.
ResponderEliminarUn gran abrazo, amigo.
De nada Ricardo, gracias a ti por pasarte por mi Mundo de Babel. Te recomiendo que escuches el disco con detenimiento, la verdad es que tiene un nivel y un sonido tremendo. No lo compares con lo que conoces de Kiske o Hansen sólo disfruta de este nuevo grupo, que espero que en el futuro continúe mejorando y sacando grandes discos, estoy convencido que es siguiente será aún mejor.
EliminarYa me contarás entonces, otro fuerte abrazo amigo.