EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON



Hacia mucho que no disfrutaba tanto en el cine, ya que mis últimas estancias en la butaca fueron auténticas decepciones, pero con Benjamín Button he recuperado la ilusión con la que antaño contemplaba el cine. Ha tenido que ser David Fincher, para mi uno de los cineastas claves de los últimos años (Seven. El Club de la Lucha, Zodiac son verdaderas joyas) el que devuelva la fantasía, el cuento y el realismo sobrecogedor y mágico al cine. El guión Eric Roth, basado en un relato de F. Scott Fitzgerald, es magnifico al repasar gran parte de la historia estadounidense y mundial del siglo XX, desde la Nueva Orleans de finales de la I Guerra Mundial hasta el siglo XXI a través de la vida de Benjamín. Un hombre ordinariamente extraordinario que nace con ochenta años y va rejuveneciendo con el tiempo, su vida es una metáfora de la historia del reloj que se cuenta al principio, un reloj que marcha al revés, como la vida de Benjamín, como un cuento que cobra vida.


La primera parte de la película me parece especialmente genial, con un niño anciano abandonado en un asilo, donde contempla como todos envejecen o mueren mientras el rejuvenece, muy paradójico. Con un camaleónico Brad Pitt en constante cambio, que está colosal. Solamente él puede hacer este papel (nunca entenderé las constantes críticas a su labor, que últimamente es intachable). Una primera hora donde la historia se funde con los efectos visuales y el maquillaje que son extraordinarios, al caracterizar con absoluto acierto a sus protagonistas para que aparenten tener edades muy diferentes a lo largo de toda la película, inolvidable.


Dentro de esa fantasía desbordante destaca ese anciano que siempre le cuenta como le han caído siete rayos, cada uno en extrañas circunstancias. Y como se destila la idea de que cada uno forja su propia vida, que si no te agrada puedes cambiarla.


Además es una magnifica historia de amor imposible, pero no la típica historia. Un anciano que se enamora de una niña, que realmente tienen la misma edad. Y habrá de pasar mucho tiempo, hasta Benjamín y Daisy, una excepcional Cate Blanchett, se reencuentren en un punto intermedio de su particular evolución vital, que posibilite su amor. Pero el tiempo no perdona y ese distinto periplo vital de ambos los acabará separando, en una triste y conmovedora historia totalmente fuera de lo común. Algunos podrían decir que es la historia de un hombre de nace feo, y se convierte en Brad Pitt, incluso hay una escena donde Daisy le dice a Benjamín “mírate: eres perfecto”. No es tan simple, es el paso de la imperfección inicial a la perfección de la juventud.


Estamos ante una película formalmente y estilísticamente perfecta, no obstante es mucho más al ser una ambiciosa reflexión sobre el inexorable paso del tiempo. Un cuento genial, todo encanto y ternura, magníficamente dirigido por Fincher, gran conocedor de los miedos y los defectos humanos (analizando el más destacado, nuestra mortalidad). Es un magnifico ejercicio de dirección y de cómo contar una historia irreal en términos de realidad y naturalidad. Un realismo antinatural, que la convierten en una obra maestra del cine, sólo su excesiva duración puede restarle algo de su inenarrable grandeza.


Comentarios

  1. La ví el otro día en el cine y no me conquistó. No me gusta la forma de contar la historia a través del diario y la viejecita (tipo Titanic) y creo que la estira innecesariamente. Eso sí, la idea y Brad Pitt me encantan.

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