SLUMDOG MILLIONAIRE.
Slumdog Millionaire fue la gran triunfadora de los Oscars de 2008 y hay que reconocer que es una gran película, de la que deberían aprender los cineastas españoles para hacer cine comprometido sin caer en la vulgaridad y la parquedad de diálogos. Slumdog se nos revela como una gran sorpresa, que no puede dejar indiferente a nadie, por lo que, en parte, comprendo los 10 Óscars y 4 Globos de Oro que consiguió en su momento. Basada en la novela Q & A del indio Vikas Swarup, está magníficamente dirigida por Danny Boyle (Transpotting o 28 Días después), no obstante lo que más destaca el guión de Simon Beaufoy (Full Monty) que cautiva por la profundidad de los personajes y el calado de la melodramática y conmovedora historia. Con una estructura narrativa original y dinámica, y visualmente muy colorida sabiendo captar todo el color de Bollywood.
Esa estructura narrativa es uno de los elementos que más me han gustado, ya que Boyle cuenta el periplo vital de Jamal Malik, un desheredado perteneciente a los suburbios de Mumbai, que está a punto de ganar el concurso ¿Quién quiere ser millonario?, ayudado de unos magníficos flashbacks. Unos flashbacks que nos acercan a la vida de Jamal y que están relacionados con las preguntas del concurso, las cuales conoce por los hechos que le han acontecido en su tortuosa experiencia vital. Es una historia de casualidades, claramente alejada de la realidad, ya que estamos ante una obra de ficción en la que no todo tiene que ajustarse a la realidad. Una realidad social que lógicamente es una parte fundamental de la película, la pobreza, el hacinamiento, la superpoblación, la intolerancia religiosa... Todos los problemas que tiene en la actualidad la India, son retratados con una intencionada humildad intentando acercarse lo más posible a la realidad social. Algo sumamente complicado al tratarse de una ficción subjetiva, que suelen caer en la demagogia y en el intento de adoctrinamiento. En Slumdog no hay propaganda, sólo intenta contar una historia cargada de realismo (con inexactitudes), y fidelidad que acaba dejando un regusto optimista y te hace sonreír, no cayendo en la lágrima fácil y el único intento de conmover al espectador de muchas películas de realidad social. Es destacable la capacidad para reflejar la evolución de la India, que progresivamente se ha ido introduciendo en el mundo capitalista, un hecho que no ha mejorado las condiciones de la mayoría de la población. No obstante si ha cambiado la fisionomía de las grandes urbes, donde antes hay chabolas finalmente hay edificios de negocios y empresas.
Esa estructura narrativa es uno de los elementos que más me han gustado, ya que Boyle cuenta el periplo vital de Jamal Malik, un desheredado perteneciente a los suburbios de Mumbai, que está a punto de ganar el concurso ¿Quién quiere ser millonario?, ayudado de unos magníficos flashbacks. Unos flashbacks que nos acercan a la vida de Jamal y que están relacionados con las preguntas del concurso, las cuales conoce por los hechos que le han acontecido en su tortuosa experiencia vital. Es una historia de casualidades, claramente alejada de la realidad, ya que estamos ante una obra de ficción en la que no todo tiene que ajustarse a la realidad. Una realidad social que lógicamente es una parte fundamental de la película, la pobreza, el hacinamiento, la superpoblación, la intolerancia religiosa... Todos los problemas que tiene en la actualidad la India, son retratados con una intencionada humildad intentando acercarse lo más posible a la realidad social. Algo sumamente complicado al tratarse de una ficción subjetiva, que suelen caer en la demagogia y en el intento de adoctrinamiento. En Slumdog no hay propaganda, sólo intenta contar una historia cargada de realismo (con inexactitudes), y fidelidad que acaba dejando un regusto optimista y te hace sonreír, no cayendo en la lágrima fácil y el único intento de conmover al espectador de muchas películas de realidad social. Es destacable la capacidad para reflejar la evolución de la India, que progresivamente se ha ido introduciendo en el mundo capitalista, un hecho que no ha mejorado las condiciones de la mayoría de la población. No obstante si ha cambiado la fisionomía de las grandes urbes, donde antes hay chabolas finalmente hay edificios de negocios y empresas.
Slumdog no es sólo una película de realidad social, es también una historia de amor imposible entre Jamal y Latika. Jamal va perdiendo y encontrado a Latika de manera constante a lo largo de película, resultando desde mi punto de vista muy conmovedora. Sobre todo al contrastar con la competitiva realidad social, bien reflejada en el hermano Salim, es el amor por encima del dinero y la intolerancia. La vida de Jamal está llena de momentos de gran dureza, propios de la miseria en la que se ven sumidos, los cuales están tratados con sutileza, e incluso en tono jocoso. Como el genial momento de tirarse a las heces para conseguir el autógrafo de su ídolo, un actor de cine indio. Es muy difícil no caer en los inevitables estereotipos sociales, que están presentes en la película, pero no de forma abusiva como en otros documentales propagandísticos. Y digo esto ya que me parece que realizan las películas sociales a modo de documentales aparentemente objetivos. No dándose cuenta de que es una película, es ficción disfrazada de realidad, por lo que estoy seguro que muchos dirán que Slumdog es efectista y alejada de la realidad. Y puede que sea así, pero prefiero un cuento conmovedor inspirado en la realidad de la India, que no esas supuestas realidades cargadas de intencionalidad ideológica. Ese es el verdadero encanto de Slumdog, una película de acentuado realismo, que entretiene, emociona y no aburre por esa acertada amalgama de fantasía y realidad.
Jamal y Latika
En definitiva, una recomendable película llena de colorido, dinamismo, emoción y afán de superación, que es puro entretenimiento con un gran poso de realismo conmovedor. Hay que decir que sus 10 Oscars se me antojan excesivos, al ponerla en un nivel superior a la misma altura de películas como: Amadeus, Bailando con Lobos, Ben-Hur, La Lista de Shindler..., y desde mi perspectiva no llega al nivel de esas grandes obras maestras. Slumdog no es una obra maestra, no obstante es una película entretenida, conmovedora y original, atributos suficientes para ser considerada una gran película dentro de la mediocridad del cine actual.
y qué rica Latika!
ResponderEliminara mí también me gustó la peli.